Primal tiene su sede en lo que solía ser un pueblo chinampero del Valle de México. Cubierto antiguamente por canales, Iztacalco hoy está muy comunicado con las zonas donde se concentra gran parte del capital creativo de la Ciudad de México (Centro, Roma-Condesa).
A unas cuadras de Primal puede verse un glifo que da cuenta de la herencia prehispánica del pueblo de Iztacalco. Calles empedradas, plazas e iglesias quedan como vestigio de su pasado novohispano. Diversos oficios, madererías y negocios familiares terminan por dar forma a la identidad del barrio. Todo ello enriquece nuestro legado.