A manera de narrativa especulativa, el proyecto plantea un presente en el que la humanidad ha abandonado el planeta Tierra para habitar otros, debido a que la vida en este se ha vuelto insostenible por la sobreexplotación de sus recursos.
La ficción transformó, de manera metafórica y física, uno de los jardines de la Casa del Lago, convirtiendo el espacio natural en un simulador donde se entablaron libremente diálogos inmersos en un juego imaginativo.
Un relámpago unió a personas que aún habitaban la Tierra con visitantes de otros planetas.
Las personas que atendieron a la convocatoria, inmersas en la ficción desde el momento de la inscripción, pusieron en circulación conocimientos que iban más allá de la formación académica formal, entablando conversaciones sobre cuatro temas específicos: el agua, la economía, la identidad y las tecnologías.