Viernes de Desayuno: picnic otoñal en la azotea

[Los picnis como comidas ‘informales’ y de apropiación del espacio público, tanto en ámbitos rurales como citadinos están registrados hacia finales del s. XVII en Francia. La peculiaridad de este tipo de encuentros fue siempre la contribución de comida y/o bebida y se hicieron cada vez más frecuentes posterior a la Revolución Francesa. Probablemente el referente más antiguo se encuentre situado en la Edad Media, en las comidas que se organizaban en el campo después de un día de cacería. Con el tiempo, la práctica surgió en Inglaterra sofisticándose cada vez en la preparación de alimentos y sumando juegos como las cartas para contribuir al entretenimiento. Del origen de la palabra francesa ‘pique-nique’(pique de ‘picotear’ y nique de ‘pequeñez’) mudó a ‘pique un nicho’, que significa ‘elegir un lugar’, un lugar aislado (un nido) donde los encuentros podían disfrutarse lejos de las responsabilidades cotidianas. A comienzos del siglo XIX nació en Londres The Picnic Society, una comunidad conformada en su mayoría por mujeres amantes de las reuniones al aire libre, donde las participantes podían hacer gala de sus habilidades culinarias, compartiendo sus platillos o cualquier otro saber con las demás].

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“Esperar significa «dar crédito a la realidad». […] Significa creer en la realidad, de modo que la realidad sea portadora de futuro. Nos convierte así en creyentes del futuro”.
Byung-Chul Han Sobre la esperanza en ‘La tonalidad del pensamiento’.

Un picnic para agradecer la espera de las cosas pequeñas. Esperar los días con viento juguetón y las calles cubiertas de hojas. Esperar un día, un encuentro. El otoño trae consigo la diferenciación entre un tiempo vivo, caluroso y muy húmedo como es el verano y una estación que ralentiza la experiencia de las emociones. La transición al otoño nos hace pensar que ha llegado algo de quietud en el andar, que podemxs ir más lentecito aunque la vorágine de la ciudad nos insista en todo lo contrario. Los desayunos estacionales de Primal abren un espacio dulcísimo para conversar sobre el significado de la espera, el sentido de escoger un lugar al margen de nuestro propio ritmo para reunirnxs y cortar un pan imaginado meses atrás. ‘Amasar’, ‘cortar’, ‘preparar’, ‘probar’ significó para cada unx de los involucradxs en este picnic celebrar la espera, sostener en una acción pequeña la esperanza de un futuro cercano que ahora se hace realidad [‘Dar crédito a la realidad’]. Intercambiar ideas y alimentos acaso, ¿no será la felicidad más primigenia que existe entre lxs de nuestra especie? Compartamxs el placer de dialogar juntxs sobre si ‘curar’ significa ‘cuidar’, la resonancia de las curadurías afectivas en el arte y cómo los gestos poéticos rondan sobre un mantel de picnic; a la par que abrimxs las conservas que preparamxs para un encuentro íntimo y redondo. Así podemxs observar el barrio de Iztacalco desde la azotea de esta bella casa. Subir la mirada al igual que los caracoles buscan la humedad de la lluvia. Su instinto sabio es subir, subir despacito y quedarse quietos, dormilones desde el lugar más alto que encuentren, conversar con los ojos cerrados con el rumor del agua para sobrevivir y continuar soñando. ¿Podemos imaginar algo más perfecto que esta pequeña poesía desplazarse hacia la azotea? Seamxs más caracoles en este picnic. Celebremxs juntxs desde lo alto la experiencia más básica que se convoca alrededor de los alimentos y que nos permite estar lxs unxs con lxs otrxs. Un desayuno-picnic en la azotea del estudio de Primal es agradecer la cosecha de las estaciones pasadas, en sentir la nariz fría y ver cómo transcurre el amanecer sonriendo a un cercano o a un extraño. Agradecer es despedirse y al mismo tiempo recibir lo nuevo, lo que aún no ha nacido, abrazar la esperanza de lo que viene. 

Violeta Celis.

Abierto a todo el público previo registro

Cupo limitado a 25 personas, reserva con la aportación de inscripción

20 de septiembre 2024
7:00—9:00 hrs CST

Estudio de Primal

Hemos invitado a Violeta Celis a transitar el verano del 2024. Cada semana de esta temporada solsticial ha dejado marcas brillantes y continuas tal como las huellas que van fijando los caracoles en su andar. Estas invitadx a saborear este transitar que fijará otra marquita el próximo Viernes de desayuno en punto de las 7:00am en el estudio de Primal. Continuaremos ensayando la «economía del regalo» propuesta por Aisa Serrano*, lo cual implica no fijar un precio fijo al público por los alimentos para permitirnos reflexionar en conjunto cómo retribuimos las experiencias simbólicas, afectivas y de trabajo real, sin la idea de consumo y venta para pensar en otras posibilidades equitativas y justas. En esta lógica solicitamos una aportación por inscripción al Viernes de desayuno de $49.99  por persona, además de sumarse a la tarea de pensar durante el desayuno dicha economía de retribución considerando los elementos invisibles de los procesos, los agentes y energías que lo posibilitan, así como la generosidad de la naturaleza.

Un agradecimiento especial a la dupla artística Celeste [María Fernanda Camarena & Gabriel Rosas] por permitir que su bella pieza Parasol I** cobije nuestras voces con su sombra colorida en esta primera mañana otoñal. Gracias Matilda, Lía y Blanca por el tiempo lento y la quietud.

*Viernes de desayuno: Primavera 2024

**Parasol I 
Celeste
Pigmentos y base acrílica sobre lienzo de algodón teñido
2021
390 x 470 cm

Violeta Celis [Oaxaca, México] Curadora de prácticas relacionadas al arte contemporáneo y a la educación. Sus principales intereses se centran en cómo el arte se infiltra en procesos de coparticipación social e intercambio de saberes. Ha colaborado con el Museo Antiguo Colegio de San Ildefonso [2004-2008]; el Museo Tamayo Arte Contemporáneo [2008-2009]; el Museo de Arte Moderno de Nueva York, EUA [2009-2010]; y con el Museo de Arte Moderno de la cdmx [2010-2012]. Fue curadora del espacio cultural Casa Vecina [2012-2014]; del proyecto de arte público inSite/Casa Gallina en su sexta edición en Santa María la Ribera, cdmx [2014-2018]; así como curadora para el diseño del nuevo Museo del Banco de México [2020-2021]. Ha acompañado curatorialmente a diversos artistas tanto nacionales como extranjeros; así como colaborado en diversas publicaciones a lo largo de su trayectoria. En [2021-2022] realizó las muestras Beber es intentar… inspirada en la escritora francesa Marguerite Duras; y La puerta de una propiedad se abre y se cierra…; ambas del artista Luis Carlos Hurtado. Recientemente publicó la edición impresa de Meditations in an Emergency, publicación epistolar inspirada en la poesía del poeta y curador norteamericano Frank O’Hara (apoyada por el PAC y la Fundación Jumex Arte Contemporáneo en su emisión 2020-2021). Fue docente en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Actualmente, trabaja en el proyecto de arte público Pasto salvaje. Frank O’Hara en los camellones de la ciudad. Proyecto nómada de picnics alrededor de la práctica curatorial y la poesía, cuyo objetivo es reflexionar y problematizar la práctica curatorial alejada de las discursividades hegemónicas, así como restituir su vínculo con la poesía. Éste último, con el apoyo del Sistema Nacional de Creadores de Arte en la categoría de Medios Alternativos (2023).

Sobre Share: Viernes de Desayuno

Viernes de Desayuno es un proyecto de investigación artística de Primal, donde la cronología de labores de investigación y creación, es establecida por el ciclo estacional que se vive en el entorno natural y construido. Desde la luminosa primavera hasta el generoso invierno, Primal pone énfasis en el pensamiento profundo en torno a la energía, la economía y el alimento de nuestro tiempo y latitud geográfica. Viernes de Desayuno abre una ventana única de conocimiento en red en el amanecer del primer viernes de cada estación del año, —equinoccio (primavera y otoño) y solsticio (verano e invierno)—.

La existencia de un huerto en el estudio Primal provee de un laboratorio para generar conocimiento profundo sobre el tiempo y la vida en el espacio natural y construido. Explora el conocimiento sobre el origen, procesos, transformación, y energía de la naturaleza, así como sus representaciones y expresiones interculturales.

Primal abrió las puertas del estudio al Viernes de desayuno en 2015 con un planteamiento que nació de la observación y el trabajo en el espacio natural del estudio. El trabajo de la tierra y el horario matutino, fueron los aspectos que articularon una forma de poner sobre la mesa conversaciones sobre nuestro presente, la observación de la naturaleza en el contexto de la ciudad, y el comienzo de la jornada laboral.

Fijamos la disciplina de abrir cada viernes a las 7:00 AM ininterrumpidamente, lo cual remarcó una forma de trabajo habitual y compromiso: el cuidado de una hortaliza que garantizará que ofrecer a los visitantes, y la exploración de saborear lo que se sembraba en el jardín botánico del estudio. Esta práctica se entrelaza con las prácticas del estudio como la captación pluvial, la conformación de una biblioteca de semillas y la investigación artística, así como el conocimiento no académico sobre biología, economía, gastronomía o ingeniería.

Ahora interpretamos el desayuno como un acto humano que se repite cada que sale el Sol, y como el Sol, tiene una asociación a la energía. Por tanto, Viernes de Desayuno, al suceder al inicio de cada estación del año, nos permite pensar este acto matinal relacionado a la fenología y fenomenología desde el pensamiento artístico.